La utilización de un laboratorio virtual como un simulador interactivo, permite generar un ambiente escolar constructivista en el proceso de enseñanza y aprendizaje en la educación, pues estamos promoviendo, un trabajo donde los estudiantes van a ir construyendo, el desarrollo de habilidades científicas.
Estas habilidades deben estar ligadas a “la capacidad de aprender por cuenta propia, la capacidad de análisis, síntesis y evaluación, el pensamiento crítico, la utilización de tecnología informática y de multimedia,” que se irán generando en el trabajo grupal, cuando se estén desarrollando las prácticas experimentales. Además, podemos utilizar estrategias de aprendizaje basadas en problemas, donde fomentaremos el pensamiento crítico, a través de los problemas semejantes a los de experiencias reales.
También, “favorecer en los alumnos, la adquisición de técnicas de aprendizaje, con la posibilidad de transferir estas a otras materias científicas o no. Promover en el estudiante, la comprensión de mecanismos de reacción química, la motivación e interés en experimentos de química tanto simulados como reales, al conocer a fondo las explicaciones científicas del comportamiento de la materia, aprovechando su gusto por juegos interactivos.” Es posible, que también se obtengan los mismos resultados cuando se trabaja solo con el laboratorio físico, pero a través de estos medios virtuales, estamos abriendo otros caminos en el proceso de enseñanza y aprendizaje, por el cual el estudiante puede sentirse, quizás más cómodo o tranquilo, porque es un mundo virtual donde él se encuentra y lo manejo a la “perfección”.
Es importante comentar que una de la ventajas de trabajar con estas herramientas es el cuidado y mejoramiento del medio ambiente, pues no estamos arrojando ningún desecho toxico o malo al medio.
Pero nosotros, creemos que estos medio deben utilizarse como una herramienta de apoya al trabajo “real” en el laboratorio, puesto que es ahí, donde en realidad estamos evidenciado el trabajo científico.
